miércoles, 27 de julio de 2011

¿Montaña, playa o hierba?

Durante los meses de verano se puede ver a mucha gente corriendo o paseando por la playa, y lo cierto es que resulta una práctica muy interesante para una mayor trabajo de las piernas y mejorar la circulación de estas. No obstante, correr por montaña y hierba también tiene sus beneficios:

- Correr en playa: se trata de un trabajo que actúa especialmente sobre los músculos flexores de la cadera y los isquiotibiales. A nivel de sensaciones, correr en la playa solicita una mayor subida de las rodillas, lo cual nos hará correr más sueltos al pasar a un terreno más estable.

- Correr en montaña: se trata de un trabajo que deriva en una mejora de la potencia y resistencia de piernas por los constantes desniveles que deben superarse. La inestabilidad del terreno también supone una mejora en la salud articular pero hay que prestar especial atención con las torceduras y gestos en falso, especialmente al bajar la montaña.

- Correr en hierba: se trata de la superficie menos agresiva para las articulaciones de manera que si tenéis alguna dolencia leve y no queréis perder el ritmo es lo más indicado. Correr descalzo sobre hierba también aporta una mejora en la musculatura del pie y los tobillos.

¡Elije tu superficie y sal a correr!

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