Todos sabemos de la importancia, por estética y por salud, de mantener un peso corporal mantenido entre unos valores determinados (según peso, altura y sexo del sujeto). No obstante también existen razones biomecánicas y energéticas que influencian a nuestro organismo a la hora de hacer deporte. Así, se estima que cada kilo adicional supone entre 5 y 8 Kg de fuerza extra a realizar por nuestras articulaciones, espalda, cadera, rodillas y tobillos. Dado que nuestra masa no es estática durante la práctica deportiva (acción de carrera) se desplaza cambiando continuamente nuestra energía cinética y nuestras articulaciones tienen que regular estas aceleraciones y desaceleraciones.
La solución no está solo en mantener el peso ideal sino que también debemos entrenar para ganar fuerza muscular. Las formas de ganar fuerza son variadas, desde el trabajo en la sala de musculación, pasando por el trabajo dinámico en escaleras o la pliometría (unas 6 series de 15 saltos verticales potentes tres veces por semana).
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