Es habitual escuchar el comentario sobre que se pierde por la cabeza la mayor parte del calor corporal al realizar ejercicio. Algunas personas incluso se atreven en cifrar esa perdida en el 80% pero, ¿hasta que punto son reales estos datos?
Realmente se ha observado mediante estudios térmicos que al realizar ejercicio físico una importante proporción de la pérdida de calor se da por la cabeza, pero hay que saber interpretar estas afirmaciones. En primer lugar debemos entender que se refiere a la calor perdida, de manera que hay otra importante cantidad de calor que no se pierde y que el organismo es capaz de contener. Por otro lado un 80% es un porcentaje muy alto que, siendo real, sería sinónimo de decir que saliendo a la calle desnudos y vistiendo un gorro de lana podríamos pasear tranquilamente en pleno invierno.
En definitiva, si haces ejercicio al aire libre no está de más que uses un gorro para proteger tu cabeza, pero perfectamente puedes pasar sin él si ves que te molesta. En ese caso simplemente intenta que tu sudor no se enfríe para evitar enfriamientos o migrañas. La conclusión es que el calor de la cabeza no es tan importante como se vende, de hecho es más importante protegerse la parte lumbar y la nuca ante el frío.
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